sábado, 15 de diciembre de 2007

El llorón

El llorón deshumedece su cara, se levanta y abandona su almohada empapada. Recuerda su pena de costumbre y se prepara el desayuno sin lavar su cara ni sus dientes, no quiere borrar la historia de su dolor ni confundir con la pasta de dientes el sabor de su lamento.
Él puede salir a esas calles que conducen al alcohol y a el sonido de algún instrumento que lo entienda como entendió la viola su séptima cuerda.
Escucha coros de desamor y de muerte en el camino, habla de inviernos, grises, putas, soledades, madres y perros.
Descansa solo en la mesa que hace de su llanto socialismo puro.
No hay igualdad más exacta-piensa- que esos viejos que lagrimean el aliento de un vino que tiñe más la sangre de pena.
El llorón no se consuela y aunque pare de llorar no siente el abrazo ni comprende el consejo al que responde siempre con un "si".
Come en un plato aflicción, tormento y congoja, sobre estas limón y cebolla. No existe otra dieta para este flaco de alegría.
Baila atado a una foto y corre con un cigarro en la boca.
El que llora espera porque sabe que esto lo hace un sollozante virtuoso y capacitado para seguir el tormento de su vida.
Llora al recordar el sueño en que con la ladrona de su risa volvía a hacer el amor.
¡ Despierta ella no está, ya se fue llorón!
...Despierta que ya me hiciste llorar...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

holaa


k interesante su escritoo

todos emos pasado por este personaje " el lloron"

y lo seguiremos asiendo en silencio


saludos daniela


un abrazoo


adios

MarioGitano dijo...

...yo creo que nunca se esta mas despierto que cuando se llora o cuando se rie o cuando se baila...todas las manifestaciones emocionales exacerbadas son, a mi parecer, prueba de que se esta vivo. Aunque la vida a veces duela...y si hay que llorar, lloremos...no? Total lagrimas tendremos toda la vida y siempre, aunque a veces nos cueste, siempre volveremos a reir y bailar.