martes, 26 de febrero de 2008

No es tan lejos.


La sorpresa, del que espera, del que confía y del que desconfía.
El sonido después del asombro, todo puede ser un regalo cuando la distancia no importa y aceptamos que los caminos se junten, enreden, choquen y abracen unos con otros con una sonrisa que embellece a cualquier país.
Y ver en muchas esquinas a aquel hombre que canta bonito y que no cubre su dulzura con premios ni cicatrices de guerras y menos con los incontables besos femeninos que recibió.
Ese hombre que cuenta historias con sus ojos y que espera que la verdad le lleve alguna recompensa, una canción, un consuelo, un chiste o una patada..qué se yo, pero es lo que él cree merecer. Por olvidar ese nombre que le dieron antes de nacer y no recordar estatus ni la casa que dejó hace tanto tiempo.
E ovunque proteggi, lo sé.
Non sono lontana , noi carezzamo il cuore con la música y con las palores.
No hay lejanía, el mundo es cercano cuando es nuestro.


viernes, 8 de febrero de 2008

Al puro estilo Angelite



Esto es Moscow art Trio con Angelite y Huun- Huur- Tu
El videito es parte de un concierto que dieron en el año 2004, la intención aqui es que conoscan a estas mujeres que ni se arrugan para cantar divinamente, eso mis disculpas por el final tan brusco.
antes de dejarlos recomiendo insistentemente el disco de Angelite Balkan Passions.
Y abrazos!!.

Ruta Fúnebre




No conseguí nunca una boda, nadie me quería como esposa, quizás por fea o por flaca con aspecto fúnebre, siempre lo supe y no me había dolido nada hasta que en el velorio de mi difunto amor secreto la maldita suerte se rió de mi en la cara y caí en un desmayo conciente.

Nací sola bajo la sombra del llanto y las risas etílicas de los que querían un poco de mi soledad para su compañía.

Mi voz fue con calma entre el registro de una flauta dulce a la agudeza de un violín.

Con caravanas y con el oficio de ser mentirosa escuché a cuanta alma en pena pasaba por mi puerta.

No me enamoré, cuando ya debía ser una flor nunca lo fui.

Aprendí a cantar en varios idiomas y a reír como ríen las actrices famosas pero nadie quería mis besos de verdad, el sabor de estos no fue manjar para el prójimo.

Y no hubo sufrimiento no sentía malestar alguno, debe ser porque no vivía el miedo en mi, puesto que no hallaba maldad en la existencia.

Encontraba una fiesta dentro de mi cuerpo aunque por fuera los ojos anunciaban mi muerte espantando a los mortales que se vieran reflejados en aquel café oscuro que brillaba fallecimiento.

Muchos días pinte mis labios a lo femme fatale queriendo que alguien amara esa boca disfrazada y como resultado nadie vio su frescura virginal.

Pasaron muchas tardes en que el tejido fue lo único que tocaban mis manos, me quede sentada esperando que alguien oliera mi ansiedad, fue el tiempo de mi esclavitud, imaginando un tango entre mis dos manos que se movían para tejer, creyendo que mis extremidades se amaban apasionadamente.

Fue entonces entre unos de esos imaginarios bailes de manos en que conocí el abismo.

Caminó frente a mí y supe que había nacido para ver cuando él se durmiera, para apagar las velas de su mortuorio adiós.

Se convirtió en un Morfeo personal, sus visitas en los sueños me hacían sentir lo que ningún individuo quiso compartir conmigo y ya no me sentía pobre no obstante ser pobre nunca fue tristeza pero si registraba el vacío.

Cada jornada me saludaba a la misma hora, era nuestro secreto el conocer los minutos exactos en que la dirección de su vía era mi mirada.

Contemple así un amor que parecía de mentira pero al final un buen amor.

Hasta que, el aroma a coronas de flores se inclinó una mañana. Con una falda que sobrecargaba mis rasgos de cadáver me acerque a encender la primera vela, me senté junto a ella no conocía ningún rezo así que no recé y comencé a tararear en mi cabeza un himno que cantaban mis vecinos, viudos inmigrantes que la nostalgia consumía.

Luego de encontrar la melodía de aquel himno y dispuesta a cantar en voz alta interrumpe los imponentes sonidos de los instrumentos de bronces que siempre veía colgados o tapados en las casas de aquellos viudos, eran todos ellos los que venían con esos vientos gastados acompañados por esas voces que sangran al cantar, en ese instante me cambie de país y fui la más hermosa de aquel funeral en donde la música era la que hacia todo mi indeseable cuerpo en lo preciosidad mas inaudita, comprendí que lo que a la mayoría de las personas les parecía triste, en aquel país era solo más belleza.

Al callar, esos viejos músicos, el cuento de mi alegría más absoluta, cae en mi la peor de mis verdades la realidad que no percibí, la de no pertenecer, la de no encajar, la razón de no enamorar en este lugar, entendí que mi historia en este reducido mundo no recibirá medallas ni emocionados aplausos, es por eso que cada vez que la nostalgia de aquella nación que no me presento fronteras, aparece nuevamente no tardo en visitar a aquellos viejos que cantan sobre otros cielos, sobre inagotables viajes, sobre bodas, circos y funerales que avivan.


Andes- Alpes

En la Hermosa cordillera de los Andes, mirando siempre su majestuosidad, acostumbrada a ella porque siempre ha sido la pared de mi casa, bebiendo su agua, sintiendo la música que emerge desde ella, conociendo de pequeña en los libros del colegio su flora y fauna o las famosas historias de los españoles que perdían sus pies al cruzarla, de Neruda cuando tuvo que escapar, de muchos pueblos indígenas, frontera natural que nos separa de los transandinos.

Entre este Chile que respira a los Andes cada mañana y por todo esos países que en medio de esta gran cordillera descansan en otra tan lejana que me hace pensar en que quizás existe otra casa, y que logra persuadirme que los Alpes de transilvania, por ejemplo, podrían ser las paredes de la casa que probablemente debí o debo conocer en algún momento.

Esa mezcla entre România, Hungría, Yugoslavia, Bulgaria, Chile, Perú, Bolivia y Argentina, entre otros, con bailes andinos y guerras balcánicas, es el mestizaje que tengo permanente en mis oídos como si fueran escenario de constantes invasiones que se agradecen desde la música.

Con rupturas o sin rupturas siento que ha sobrevivido la magia de muchas razas conservándose una más que otras pero dentro de lo irreal que pueda parecer todo esto, cada mujer que cantaba o bailaba junto a su familia parte de la historia, se repite hoy en la mía porque confieso que en esta mujer que soy existe innumeras de ellas que recorrieron país tras país para ser un segmento de mi.